Respiratoria: mononucleosis

La mononucleosis está provocada, principalmente, por el virus de Epstein-Barr y se diagnostica, sobre todo, en adolescentes y en personas jóvenes.

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Descripción general

La mononucleosis infecciosa es una enfermedad vírica contagiosa que, en la mayoría de los casos, está causada por el virus de Epstein-Barr (VEB). El VEB pertenece a la familia del virus del herpes y es la causa de la mayoría de los casos de mononucleosis. El citomegalovirus (CMV), que también pertenece a la familia del virus del herpes, es la causa de alrededor del 8 % de los casos de mononucleosis. Los casos clínicos de mononucleosis que están provocados por el VEB no pueden distinguirse de los casos que están causados por el CMV.

 

El periodo de incubación de la mononucleosis es de cuatro a seis semanas aproximadamente. El conjunto característico de síntomas, lo cual se conoce como «tríada clínica», incluye:

 

  • Dolor de garganta.
  • Fiebre.
  • Ganglios linfáticos inflamados.

 

Además, la exploración física y los análisis de laboratorio pueden desvelar los siguientes síntomas:

 

  • Fatiga.
  • Malestar.
  • Amigdalitis estreptocócica.
  • Dolor de cabeza.
  • Dolores corporales.
  • Erupciones cutáneas.
  • Hepatitis leve.
  • Esplenomegalia.
  • Recuento irregular de linfocitos.
  • Anticuerpos heterófilos.

 

La mononucleosis es más común en adolescentes y en personas jóvenes, aunque cualquier persona puede contraer la enfermedad a cualquier edad.  El VEB infecta a más del 95 % de la población mundial. Algunas personas son portadoras del virus, pero no tienen señales ni síntomas de mononucleosis. 

Tanto el VEB y como el CMV pueden provocar mononucleosis y ambos son virus muy contagiosos. La mononucleosis se puede transmitir de una persona a otra a través de la saliva, por lo que se puede propagar al compartir utensilios, vasos o cepillos de dientes, así como al tener contacto directo, por ejemplo, mediante besos. Es muy habitual referirse a la mononucleosis como «la enfermedad del beso».

El virus también se puede transmitir a través de:

  • Contacto sexual. 
  • Gotitas al toser o al estornudar.
  • Transfusiones de sangre.
  • Trasplantes de órganos.

No existe ninguna vacuna para evitar contraer los virus que causan la mononucleosis. Sin embargo, la prevención más eficaz de la mononucleosis es evitar besar o compartir objetos personales con alguien que esté infectado. Una forma de mejorar la respuesta del sistema inmunitario ante estas infecciones o enfermedades es tener unos hábitos de vida saludables, como llevar una alimentación equilibrada o dormir ocho horas cada noche.

La mononucleosis se diagnostica teniendo en cuenta los síntomas propios de la enfermedad. La prueba monospot consiste en un análisis de sangre que puede confirmar la presencia del VEB al detectar anticuerpos heterófilos.

La evolución clínica de la mononucleosis depende de la edad del paciente. Por lo general, los niños tienen síntomas leves con la infección primaria del VEB. Por el contrario, los pacientes que están ya en edades universitarias suelen tener más síntomas. Sin embargo, para la mayoría de los pacientes, los tratamientos complementarios, como el reposo en cama y la hidratación, son las únicas terapias necesarias o recomendadas. Los síntomas de casi todos los pacientes mejoran de forma significativa entre dos y cuatro semanas después de haber contraído la enfermedad; no obstante, algunas personas sufren fatigas prolongadas durante un mes o más.

Aunque la mayoría de los pacientes se recuperan por completo de la mononucleosis, hay varias complicaciones que hay que destacar. La anemia hemolítica autoinmunitaria puede suponer un problema para aproximadamente el 3 % de los pacientes infectados.1 La trombocitopenia leve (nivel bajo de plaquetas) y la neutrocitopenia leve (nivel bajo de glóbulos blancos) acompañan a la infección por mononucleosis. El agrandamiento del bazo y su posterior ruptura es una complicación poco frecuente, pero que podría ser mortal. Se suele recomendar que los pacientes con mononucleosis infecciosa eviten levantar objetos pesados, practicar deportes de contacto u otras actividades que puedan causar lesiones en la zona abdominal.