Gastrointestinal: colitis ulcerosa

La colitis ulcerosa es una enfermedad inflamatoria intestinal crónica que causa inflamación en el intestino grueso, que puede provocar la aparición de úlceras.

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Descripción general

La colitis ulcerosa es una enfermedad inflamatoria intestinal crónica que causa una inflamación en la mucosa del intestino grueso (colon y recto), lo que provoca que aparezcan úlceras. Aunque no se conoce la causa definitiva de la colitis ulcerosa, los profesionales sanitarios creen que algunas causas posibles son:

 

  • Genética. 

  • Enfermedad autoinmunitaria.

  • Cambios en la flora intestinal. 

  • Desencadenantes de virus o bacterias.

 

Cualquier persona puede desarrollar colitis ulcerosa; sin embargo, las personas que con mayor riesgo de padecerla son las que: 

 

  • Tienen entre 15 y 30 años.

  • Viven en Estados Unidos o en el norte de Europa. 

  • Tienen antecedentes familiares de enfermedades inflamatorias intestinales.

  • Son de ascendencia judía. 

 

Al tratarse de una enfermedad crónica, las personas con colitis ulcerosa pueden experimentar periodos prolongados con síntomas, así como periodos sin síntomas. La mayoría de las personas tienen síntomas entre leves y moderados, como por ejemplo:

 

  • Diarrea. 

  • Calambres y dolor abdominal.

  • Dolor en el recto. 

  • Sangre o pus en las heces.

  • Estreñimiento. 

  • Anemia.

  • Pérdida de peso. 

  • Fatiga.

 

La esperanza de vida de la mayoría de personas que padecen colitis ulcerosa no se verá afectada por esta enfermedad. En los casos de colitis ulcerosa grave, pueden surgir complicaciones como:

 

  • Hemorragias graves.

  • Perforación del colon. 

  • Deshidratación grave.

  • Megacolon tóxico. 

  • Coágulos de sangre.

  • Osteoporosis. 

  • Inflamación de la piel, de las articulaciones y de los ojos.

La colitis ulcerosa no es una enfermedad contagiosa. Se desarrolla de forma innata dentro de la propia fisiología. Los factores de riesgo de la enfermedad son la genética, la herencia y los antecedentes familiares con colitis ulcerosa.

El desarrollo de colitis ulcerosa no se puede prevenir. Sin embargo, las personas que tienen la enfermedad pueden tomar medidas para aliviar los brotes y controlar los síntomas. Tomar medicamentos que están previstos para contener la inflamación del intestino grueso puede ayudar a que la colitis ulcerosa vaya remitiendo. Para controlar mejor la enfermedad, también es importante tener en cuenta que hay ciertos factores del estilo de vida que pueden desencadenar brotes. Algunas formas de controlar los brotes son:

 

  • Reducir el estrés.

  • Hacer ejercicio físico.

  • Evitar ciertos medicamentos (p. ej., antiinflamatorios no esferoides y algunos antibióticos).

  • Evitar alimentos desencadenantes (por ejemplo, los alimentos fritos, altos en fibra, ricos en azúcar y/o los que contienen alcohol). 

 

Las personas con colitis ulcerosa tienen más riesgo de sufrir cáncer de colon, por lo que es importante hacerse pruebas cada cierto tiempo.

Existen varias pruebas que sirven para diagnosticar la colitis ulcerosa y las complicaciones que pueda tener la enfermedad. Las pruebas también sirven para descartar otras enfermedades que tienen síntomas similares. Entre los tipos de prueba, se incluyen:

 

  • Análisis de sangre para detectar infecciones, inflamación y anemia.

  • Análisis de heces para detectar los glóbulos blancos y ciertas proteínas que indiquen que hay infección o inflamación.

  • Colonoscopia para ver el colon o hacer biopsias del tejido.

  • Sigmoidoscopia para ver el recto.

  • Tomografía computarizada para ver la inflamación del colon.

 

Por lo general, el tratamiento para la colitis ulcerosa consiste en medicamentos o cirugía. Los medicamentos para reducir la inflamación del intestino grueso y para calmar el sistema inmunitario se recetan en función de los síntomas y de la gravedad de la enfermedad. Entre los medicamentos comunes se incluyen:

 

  • Aminosalicilatos (p. ej., sulfasalazina, mesalazina, balsalazida o olsalazina).

  • Corticoesteroides (p. ej., prednisona o budesonida).

  • Inmunomoduladores (p. ej., 6-mercaptopurina, azatioprina, mercaptopurina o metotrexato).

  • Productos biológicos (p. ej., infliximab, adalimumab, golimumab, certolizumab pegol, vedolizumab o ustekinumab).

  • Fármacos de molécula pequeña (p. ej., tofacitinib, upadacitinib u ozanimod).

 

El 70 % de las personas responden bien a los medicamentos. La otra opción de tratamiento es la cirugía y se recomienda a las personas que no toleran bien los medicamentos, que no sienten que los síntomas vayan a menos o que sufren otras complicaciones a raíz de tomar los medicamentos. En la proctocolectomía, se extirpa el colon y el recto para eliminar la colitis ulcerosa.

 

Un procedimiento llamado «bolsa en J» (anastomosis ileoanal) consiste en formar una bolsa a partir del intestino delgado y unirla al ano. Con este procedimiento, el paciente puede eliminar los residuos de forma natural. Es posible que haya que realizar dos o más cirugías sucesivas de este procedimiento para poder completarlo.

 

Si el método de la bolsa en J no es una opción, existe la posibilidad de que el cirujano haga una abertura en el abdomen y coloque una bolsa de ostomía que recoja los desechos. La bolsa de ostomía se usa en todo momento y se cambia varias veces al día.