Gastrointestinal | Enfermedad de Crohn

La enfermedad de Crohn es una afección crónica que causa una inflamación que afecta cualquier parte del tracto digestivo.

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Resumen

La enfermedad de Crohn es una enfermedad inflamatoria intestinal que puede afectar cualquier zona a lo largo de todo el tracto gastrointestinal (es decir, desde la boca hasta el ano). Es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario del cuerpo ataca de forma innata a sus propias células sanas. La inflamación o el desarrollo de úlceras pueden manifestarse en cualquier zona del tracto gastrointestinal, pero no necesariamente afectan todas las zonas. Los tipos de enfermedad de Crohn y ciertas áreas de los tractos gastrointestinales afectados pueden incluir:

 

  • Ileocolitis: afecta el extremo del intestino delgado que conduce al intestino grueso
  • Ileítis: afecta la última sección del intestino delgado llamada íleon
  • Enfermedad de Crohn gastroduodenal: afecta el estómago y el inicio del intestino delgado llamado duodeno
  • Yeyunoileítis: afecta la parte superior del intestino delgado llamadas yeyuno
  • Colitis granulomatosa: afecta el intestino grueso

 

La causa exacta de la enfermedad de Crohn es relativamente desconocida, pero existen mayores riesgos para las personas que:

 

  • Tienen antecedentes familiares de enfermedad inflamatoria intestinal
  • Son judíos, blancos o de ascendencia europea
  • Fuman
  • Viven en áreas de alta contaminación
  • Usan anticonceptivos orales
  • Toman antiinflamatorios no esteroideos (AINE)
  • Están en la adolescencia tardía hasta los 30 años de edad

 

La enfermedad de Crohn es una afección crónica que se puede tratar pero no curar. Las personas con enfermedad de Crohn a menudo experimentan períodos de tiempo con enfermedad activa (es decir, presentan síntomas), pero también experimentan períodos de tiempo con disminución de la actividad de la enfermedad (es decir, presentan pocos o ningún síntoma). Los síntomas de la enfermedad de Crohn pueden incluir:

 

  • Diarrea
  • Calambres estomacales
  • Dolor abdominal
  • Pérdida de peso
  • Desnutrición
  • Anemia
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Sangrado rectal
  • Lesiones cutáneas

La enfermedad de Crohn no es contagiosa, lo que significa que no es transmisible de un individuo a otro. Las investigaciones sugieren que la enfermedad está vinculada a la herencia genética, ya que alrededor del 20 por ciento de las personas con enfermedad de Crohn han tenido al menos un pariente cercano que también padecía una enfermedad inflamatoria intestinal.

Si bien no existe una forma comprobada de predecir el desarrollo de la enfermedad de Crohn o de prevenirla, un estilo de vida saludable puede ayudar a mejorar la respuesta del sistema inmunitario a la enfermedad.

La mejor forma de controlar la enfermedad de Crohn es reducir los síntomas y prevenir los brotes mediante hábitos de vida saludables, que incluyen:

  • No fumar
  • Evitar los alimentos grasos
  • Comer alimentos antiinflamatorios
  • Tomar los medicamentos según lo prescrito
  • Evitar el estrés
  • Hacer ejercicio

 

La enfermedad de Crohn no solo afecta la condición física del individuo, sino que también puede afectar su bienestar emocional. Los profesionales de la salud mental pueden recomendar métodos conductuales o psicológicos para ayudar a los pacientes a controlar mejor los síntomas y la enfermedad.

No existe una prueba única y definitiva para diagnosticar la enfermedad de Crohn. Sin embargo, hay una variedad de pruebas y procedimientos disponibles para colaborar de manera colectiva en el diagnóstico de la enfermedad de Crohn, que incluyen:

  • Análisis de sangre para detectar anemia e infección
  • Análisis de heces para detectar bacterias e inflamación
  • Pruebas de imagen para ver el interior del tracto digestivo
  • Procedimientos de endoscopia para ver los tractos digestivos superiores o inferiores
  • Procedimientos de colonoscopia para ver el intestino grueso
  • Biopsias tomadas durante endoscopia o colonoscopia

 

Los médicos utilizarán los resultados de las pruebas junto con los síntomas del paciente para desarrollar un plan de tratamiento que puede incluir una combinación de medicamentos, suplementos nutricionales o cirugía.

  • Los medicamentos que se usan para tratar la enfermedad de Crohn incluyen:
  • Aminosalicilatos (p. ej., balsalazida, mesalamina)
  • Esteroides (p. ej., prednisona, budesonida, metilprednisolona)
  • Antibióticos
  • Fármacos antidiarreicos 
  • Reemplazo de líquido
  • Productos biológicos (p. ej., infliximab, adalimumab, certolizumab pegol)

 

Alrededor del 50 por ciento de las personas con enfermedad de Crohn requerirán cirugía durante los primeros 10 años de la enfermedad, y hasta el 75 por ciento de las personas con esta enfermedad requerirán cirugía en algún momento de su vida. Para aquellas personas que desarrollan un absceso, obstrucción o perforación, así como aquellas que no pueden recibir un tratamiento exitoso con los medicamentos, a menudo requieren cirugía para extirpar la sección enferma del tracto digestivo. La extirpación de una sección enferma puede favorecer la remisión de la enfermedad, pero no la cura, y la recaída es frecuente.